miércoles, 7 de noviembre de 2012

The Human Centipede 2 : Los parkings no son un lugar seguro





¿Alguna vez habéis dejado el coche en un parking (no de los típicos de centros comerciales, no), sino de esos oscuros, viejos, regentados por un hombre solitario, palillo en boca y más viejo que el propio parking de esos que huelen a rancio, con paredes mugrientas y que acumulan cantidades ingentes de polvo parduzco? Yo sí y da canguele, mucho. Pienso a qué dedicarán las horas esa pobre gente que trabaja en el subsuelo, sin que les de la luz del día y me da más canguele todavía. Es el hervidero perfecto para que trastornos psicológicos afloren, está claro.
A esta misma conclusión debió llegar Tom Six, el artífice de esta obra maestra del cine incómodo.

Ya hace un par de años nos sorprendió con lo que parecía un argumento brillante en El ciempiés humano I, pero el metraje me dejó con sabor a poco: Un cirujano nazi que secuestra a sus víctimas con el propósito de unirlas quirúrgicamente mediante la fabulosa ecuación: boca-ano-boca-ano-boca.

Como comentaba, un argumento muy interesante, pero que llevado a la pantalla perdia la brillantez que esperábamos ya que algo tan retorcido no se puede mostrar de forma tan "soft", o al menos, eso pensaba hasta que vi la secuela.

Ese parking mugriento del que hablábamos es el lugar de trabajo de Martin, donde ejerce de guarda de seguridad en el exclusivo turno de noche. Martin tiene claros problemas mentales y dedica el tiempo muerto en su garita a su mayor obsesión: ver El ciempiés humano 1 y trazar un plan demencial para seguir los pasos de su idolatrado Dr. Heiter. Claro que sus manos distan mucho de la precisión de las de un cirujano y no piensa conformarse simplemente con tres víctimas sino que ¡recluta una veintena!  Carnicería, locura y fluidos corporales asegurados.

Ni que decir tiene que el pa-pe-lón de Laurence R. Harvey me parece soberbio. Uno de los personajes que más asco me ha dado en mucho tiempo. La fotografía de alto contraste en blanco y negro, todo un acierto, le da un puto sucio que me encanta.




Ahora, valorándolo en conjunto, ambas películas un forman un todo, y llego a la conclusión de que fue una estrategia de marketing impecable.



Su director ya nos amenaza con una tercera entrega que verá la luz en 2013 y cito textualmente sus palabras: "La tercera parte hará que las dos anteriores parezcan películas de Disney". Ya veremos en qué queda la cosa.



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